Cafetín de Buenos Aires

Sobre tus mesas que nunca preguntan lloré una tarde el primer desengaño

Cafetín

Por los viejos cafetines siempre rondan los recuerdos de un país y de un amor.

Café la humedad

Café La Humedad, billar y reunión. Sábado con trampas.¡Qué linda función!

Academias - Parte 2

jueves, 8 de diciembre de 2011

Armenonville, principio del S. XX.
Otro importante salón que alumbró por aquellos años las tertulias de los porteños fue el Pabellón de las Rosas ubicado en Av. Alvear y Tagle, donde a comienzos del 1900, Vicente Greco, Roberto Firpo y Francisco Canaro interpretaron los primeros tangos.
            Vicente Greco, impuso al bandoneón como instrumento característico de las orquestas; de este modo creó las orquestas típicas. Una noche de 1911, en el salón de baile Rodríguez Peña, estrenó el tango que lleva su mismo nombre. Este acontecimiento fue de gran importancia ya que es Greco quien difunde la prohibida “danza criolla” hasta las propias salas de las casas de familia.
            “Garrote” era su apodo y vivió pidiendo disculpas del justificado crecimiento de su fama. No quiso molestar a los otros con su popularidad avasallante. Sus obras póstumas fueron “Rodríguez Peña”, “El Flete”, “La viruta”, “El morochito”, entre otros.
            Roberto Firpo llega a Buenos Aires practicando una gran variedad de oficios para lograr reunir el dinero necesario que afianzara su gran vocación: el piano. En 1913 en el cabaret Armenonville se realizó un concurso para elegir una orquesta estable de tango: esa fue su primera orquesta. En 1914 compuso su obra maestra: "Alma de bohemio".
            También se lo recuerda por haber estrenado tres tangos en una misma actuación: "Sentimiento Criollo", "Marejada" y "De pura cepa". Otro de sus méritos es la participación en la composición de la tercera parte de "La Cumparsita" de la cual se arrepentiría hasta el cansancio por no haberla firmado. En resumen, uno de los principales protagonistas en la historia del tango en su época de oro.



            Francisco Canaro, apodado “Pirincho”, ve crecer a partir de 1916 su popularidad con los tangos El matasanos y El chamuyo, lo que le permitió iniciar en 1925 una gira por Paris, EE.UU, y Japón.
            Volviendo al Pabellón, este ofrecía conciertos, como el organizado por la revista Caras y Caretas con la participación de una “orquesta con 25 profesores, dirigida por el Maestro José Palazuelos, espectáculos circenses y proyección de películas mudas”.
            De todos aquellos lugares, aún se conserva la edificación que albergó a El Tambito, que conociera mala fama por su ambiente prostibulario. En un principio fue conocido como kiosco o kiosquito, de madera y chapas y posteriormente, ya transformado en un edificio de material con forma de chalet, se lo conoció con el nombre que pasara a la historia o como El Tambo, Quiosco Casares, o Café Francés. Ubicado a metros de la Avenida del Libertador, en diagonal a la parte trasera del zoológico, entre los jardines de Palermo, subsiste esta pintoresca construcción de estilo inglés.
            Dicen que fue allí donde el malevo “Cielito” mató a Juan Carlos Argerich. Parece ser que Argerich, medio borracho, insistió ante el trío que actuaba para que tocaran un tango que los músicos no tenían en su repertorio, y es ahí que interviene "Cielito" y se produce el trágico final.
            Por su parte, El Velódromo, estaba ubicado en un terreno, entre las vías del Ferrocarril Central Argentino y las Avenidas Sarmiento y Casares. Supo decir Don Roberto Firpo que el lugar era propiedad de un tal Pasce, padre del que luego fuera uno de los propietarios del Luna Park. 

0 comentarios: